Partimos de la concepción de que todo
educador es un líder, ya que con su actividad humanista educa, guía, orienta y
de una u otra manera ejerce influencia sobre cierto grupo de personas.
El liderazgo es un elemento esencial en el
modelo de gestión de calidad, porque en éste las personas son consideradas el
principal factor dentro de una institución.
Debemos diferenciar entre lo que significa
ser un líder y ser un jefe. Los líderes se centran en las personas no en los
procesos, los líderes inspiran confianza, se focalizan en soluciones no en
problemas, son creativos, promueven ideas innovadoras que permiten a la
institución brindar un servicio de calidad.
Un líder es aquella persona que tiene
capacidad de escuchar y entender las necesidades de los demás y sirve como
ejemplo y guía. Además es facilitador, visionario, consejero, motivador y
flexible sin caer al plano de lo permisivo.
Como líderes educativos tenemos un gran
compromiso con la sociedad y es el de educador a través del ejemplo, educador
con valores y formar a la niñez y juventud para ser personas de bien, buenos
ciudadanos y agentes de transformación social.
COMENTARIO FINAL:
Todos los educadores somos líderes y como tales nuestro deber es inspirar confianza a través de nuestro trabajo, pero, para ello, es necesario que realicemos nuestra labor con diligencia, esmero, creatividad y principalmente debemos estar concientes que muchas personas están pendientes de lo que decimos, somos y hacemos. No debemos olvidar que es importante escuchar ya que como maestros tenemos la tendencia a hablar mucho, por ello es necesario que escuchemos a nuestros alumnos, sus inquietudes, intereses y necesidades, lo cual nos conducirá a brindar una educación de calidad.